El Misterio de la Camisa Negra

Realizamos un Mistery Shopping en busca de una camisa negra. Queremos analizar: el trato al cliente, la limpieza y organización de la tienda, y la gestión del establecimiento. Marketingformarketers se va de excursión.

En un día lluvioso de Marzo hemos tenido la oportunidad de salir de excursión y hacer de clientes misteriosos. Toda una experiencia porque hasta ese momento, nunca me había planteado si los extintores de una tienda tendrían mucho polvo.

La zona seleccionada, Gran Vía, está cuajada de tiendas enormes, de cadenas de fastclothes como las que encuentras en cualquier gran ciudad de España o del Mundo. Inditex, H&M, Benetton, y similares dejan a duras penas un nicho de mercado para las tiendas más minimalistas. Atraída por la extrañeza de encontrarme una camisería en medio de la gran Vía: Soloio.Y con el pretexto de encontrar una camisa negra básica, -sí, cosas del destino, ése era el objeto de investigación en el Mistery Shopper de hoy -, he entrado, con mirada escrutadora y cámara semi escondida, a hacer un chequeo rápido del estado de la tienda y sus productos.

Soloio en elEconomista

Era un establecimiento muy pequeño, con luz clara y bien repartida. Sus productos; camisas, corbatas y demás complementos masculinos están perfectamente presentados, organizados por colores y sugiriendo combinaciones más o menos atrevidas para los distinguidos clientes. Porque a todas luces, es una tienda para clientes distinguidos. Sólo que en esa fría y lluviosa mañana de Marzo la tienda se encuentra completamente vacía.

Me recibe y saluda con mucha educación y amabilidad, un vendedor joven, simpático y con un acento tropical. Hace un breve comentario sobre el horrible tiempo que hace fuera y se ofrece a ayudarme en lo que necesite.

Confiada de haber dado con el establecimiento adecuado, le pregunto por una camisa negra, básica, para utilizar largas jornadas a modo de uniforme. Sonríe, me mira y sus ojos me dicen: “uy no, hija, ese tipo de camisas no se llevan nada” y con mucha educación me responde que ésta temporada no están llegando camisas en negro, pero que puede ofrecerme una combinación en azules marino mucho más favorecedora.

Archivo Personal Nazaret Mora.

 Me deja desarmada. Mi argumento para estar en una tienda para caballeros se ha roto, así que tengo que improvisar, dándole conversación, para poder ver los rinconcitos de la tienda.  Los escaparates limpísimos, y los estrechos probadores parecen tener la luz adecuada. La caja, en cambio, pequeña, anticuada y  llena de cosas. Me fijo porque tiene lo albaranes de compra encima del teclado del ordenador, y  restos de celo pegados en una esquina. 
Parece que le convenzo, o se decide convencer, porque me enseña algunas opciones mientras me comenta que “si es para trabajar y tiene que ser negra, casi mejor acércate a H&M”.

Fachada Soloio Gran Vía. Archivo Personal Nazaret Mora

Soloio Gran Vía. Archivo Personal Nazaret Mora

Cuando ya parece la “Crónica de una entrada a H&M anunciada” me despido agradeciéndole las sugerencias, rellenando una solicitud de Cliente Especial y abriendo, derrotada, mi pequeño paraguas de bolso.

Soloio Gran Vía