lunes, 16 de marzo de 2015


Nueva York


Sí, es un lugar típico, tópico y muy común pero, para mí, es una ciudad que tiene infinitas caras y visiones, una por cada persona que la ve o la sueña. Es un lugar que todos conocemos en mayor o menor medida porque se nos ha presentado ad infinitum en la televisión, el cine, la literatura, y que si enumerásemos todos y cada uno de ellos no acabaríamos nunca. Muchas veces, mires dónde mires Nueva York parece perseguirte.


 
Sur de Manhattan desde Top of the Rock
Norte de Manhattan desde Top of the Rock

Yo no conocí Nueva York a través de ninguno de esos medios, a mí quien me descubrió la Gran Manzana fue un primo hermano de mi madre, una persona que vivió muchos años en esa ciudad y me supo transmitir el alma de la ciudad a través de sus palabras. Neno, como lo llamamos en la familia, es un erudito de los que saben transmitir sus conocimientos con palabras que se adaptan al oyente.

No recuerdo exactamente cuando fue la primera vez que me transmitió su pasión y sus conocimientos sobre Nueva York, pero sí sé que era pequeña, no creo que tuviera más de 6 ó 7 años y mi curiosidad de niña me hizo preguntarle, él me atrapó con sus respuestas. Yo empezaba a descubrir un mundo más grande y con muchas posibilidades y Nueva York está lleno de ellas.

Su forma de describir Nueva York hizo que ese lugar lejano, se convirtiera, sin darme cuenta, en mi Ítaca particular. A lo largo de los años, en sus diferentes viajes a España, que yo esperaba con avidez, me fue contando más y más cosas sobre esa variada y vasta ciudad. Un lugar muy americano y a la vez muy cosmopolita, en el que todo el mundo encuentra algo que le permite disfrutar de ella y hace que permanezca para siempre en el recuerdo.



Unisphere - Flushing Meadows
(Queens)
 
Brooklyn
¡Uy! A estás alturas se me a olvidado comentar que, como sabemos todos, pero que a menudo olvidamos, Nueva York no es sólo Manhattan, es mucho más, son cinco barrios, también lo conforman: El Bronx, Queens, Brooklyn y Staten Island, lugares igualmente maravillosos, que esconden muchas sorpresas en sus rincones. La mayoría de la gente las desconocen y, cuando visita Nueva York, escapan a su ojo y por eso, se pierden parte del encanto de la ciudad. Que, como todo ser vivo, es conformado por diferentes partes que hacen que el todo sea único.



Meteorito (Museum of Natural History)
Dinosaurios
(Museum of Natural History)

Cómo no va ha ser sorprendente una ciudad que dentro de un museo tiene un verdadero Templo Egipcio, grandes vidrieras, fuentes, aparte de cuadros y estatuas; en otro hay meteoritos, esqueletos de dinosaurios, reproducciones de mamuts, elefantes, ballenas a tamaño real y otros muchos animales actuales o prehistóricos o la mayor colección de minerales del mundo; un Castillo dentro de Central Park. Tiendas para todos los gustos con juguetes y caprichos para niños y mayores. Teatros grandes y pequeños donde disfrutar de todo tipo de espectáculos, ...

Tardé muchos años en viajar a Nueva York, pero no fue el final del viaje, sino el principio de uno nuevo, el inicio del descubrimiento de un lugar tan conocido y a la vez tan enigmático. Además, he tenido el privilegio de que mi Cicerone por Nueva York fuera la persona que me la presentó/descubrió. Cada vez que he estado en Nueva York he podido disfrutar de su compañía paseando por sus calles, conversando sobre la arquitectura; el arte; los rincones que sólo conocen las personas que viven en ella, o aquellos que se pierden y por ello encuentran; de la vida en esa gran ciudad, de como vivir en ella te hace relativizar las grandes cosas y apreciar las pequeñas.

Bullicioso Times Square
La ciudad que nunca duerme te permite disfrutar de muchas maneras. Yo disfruto paseando por su calles, unas veces llenas de gente y piensas “no se como puede haber tanta gente”, de repente miras hacia un lado y descubres los detalles de un maravilloso edificio por el que habías pasado en varias ocasiones en tus idas y venidas y no te habías fijado. Otras veces, las calles son tranquilas y recogidas, rincones inimaginables en una ciudad con tanta vida.
Tranquila calle de Manhattan



Todas y cada una de las veces que he visitado Nueva York he vuelto a ser la niña que descubría un mundo lleno de posibilidades, pero no sólo fuera, sino también dentro de mí, recordándome que no debemos perder la capacidad de contemplar el mundo con nuevos ojos, porque cada día nos trae nuevas oportunidades y debemos ser capaces de disfrutar de ellas, como lo hacemos cuando somos niños sin prejuicios y abiertos a lo que nos pueda ocurrir.


Fuente Fotografías: Personales

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