A QUIEN PREFERIRÍA?
Nooo me gusta ir de compras, es algo que gracias a mi profe me he dado cuenta.
Si, porque antes de realizar este trabajo pensaba que en realidad lo que pasaba, era que me aburría mortalmente acompañando a mi mujer a comprar porque era muy indecisa o muy detallista para escoger.
Esta vez no fuimos a comprar pero la sensación de agobio que me invadió una vez que estuvimos en el local fue impresionante, y es que comprar e ir de compras para mi desde ese momento pasaron a ser dos cosas diferentes.
Bueno, al grano, a quien preferiría si tengo que ir de compras, a Sprinfield o H&M, la respuesta se reduce a algo muy sencillo:
A UNA FUSIÓN DE LOS DOS
Una fusión de los dos?
Pero por supuesto, resulta que el local de H&M es una gozada, lo han montado magníficamente, es amplio, no tiene problemas de movilidad, sus escaparates internos son muy atractivos, tiene un camino muy bien definido el cual seguir, las cajas están ubicadas estrategicamente, se encontraba bastante limpio incluso siendo un día de lluvia, tenía los dos tipos de cartel en la parte exterior, los productos están muy bien agrupados, tiene una música de fondo agradable y su iluminación era la más adecuada para cada piso,
en cambio, el local de Sprinfield... deja mucho que desear, a uno de sus letreros les faltaban letras, no sólo que es pequeño sino que da la sensación de serlo, escaparates no muy atractivos y si descuidados, podría presentar problemas de movilidad, como por ejemplo: el día que estuvimos no funcionaba el ascensor y para acceder a la planta baja para personas discapacitadas es la única forma de hacerlo, la iluminación para mi gusto era demasiado tenue,
ahora, en la atención al cliente no hay punto de comparación, Sprinfield se lleva todos los elogios, sus dependientes/as son una maravilla y no lo digo desde el punto de vista físico (que también) , sino porque se nota que han sido preparados en la atención al cliente o han sido muy bien escogidos por su departamento de recursos humanos, son educados, amables, detallistas, algo que se denota desde que se va entrando al local, el saludo de bienvenida esta en la boca de todos ellos, el ofrecer su ayuda espontáneamente sin esperar a que se la solicite, la sonrisa en sus caras, la exposición de las ofertas que tienen, detalles que al final te hacen querer volver,
H&M pues todo lo contrario, no les han enseñado, no les han sugerido, no les han comentado que el saludo de bienvenida es algo básico que se debe de hacer ya no sólo con los clientes sino que se lo debe hacer por elemental muestra de educación y cortesía, que ellos están ahí no sólo para reponer las estanterías o mantener limpio el local o cobrar, deberían de saber que lo más importante es el CLIENTE, que las sensaciones que produzcan en ellos será lo que hará que vuelvan o no, es inadmisible que un cliente en este caso Isabel poco más le falto disculparse por comprar una prenda ya que la dependienta/cajera que le cobró lo hizo con un caretón que a mi personalmente me recordó a los asesinos de medianoche de película de terror.
En conclusión podemos decir que el local de H&M con el personal de Sprinfield serían la tienda perfecta de ropa donde me animaría a ir para comprobar si mi agobio por ir de compras puede ser solucionado sin necesidad de psicólogo.
Fernando Díaz
GIGIO
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